Manifiestos, iluminados y talibanes.
Hace unos días me llegó al correo electrónico una lista de 'abajofirmantes', autodenominados y
definidos como estamento social de "artistas, intelectuales y escritores", en el que manifiestan su repudio por la próxima visita del presidente de los EEUU a la Argentina, en Octubre 2005.
Entre otras lindezas, se despachan con que (/.../)"Los Estados Unidos y sus aliados están llevando a cabo el exterminio del pueblo iraquí. Ante estos hechos, los gobiernos cómplices del continente latinoamericano hacen silencio, reprimen las protestas populares, entregan nuestros recursos naturales a los asesinos, y envían sus ejércitos a pacificar Haití."(/.../)
Por redundantes, no cito otro párrafo de su escasa declaración.
Personalmente, considero que la visita del Presidente de los EEUU a Argentina es una distinción para el gobierno argentino, que tanto necesita del respaldo internacional para desarrollar nuestra débil democracia, víctima hace décadas del nazismo de los militares golpistas y genocidas, y ahora, a veinte años del fin de la dictadura, inmersa en el fangal de la corrupción de muchos de nuestros políticos, demagogos, taimados y codiciosos las arcas del Estado.
Volviendo al panfleto mencionado, también sería deseable que nuestra cultura cívica se expresase en el respeto a los visitantes de nuestro país, y en especial cuando proceden de un país democrático, en este caso el de la más antigua democracia republicana de América y del mundo.
Los Estados Unidos tendrán sus defectos, su fallos históricos, sus errores, pero irradian al mundo desde hace más de un siglo su grandeza, con la que iluminan una cierta esperanza por un mundo mejor, basado en un posible desarrollo global y democrático para todos. Y la evidencia insoslayable de que ha vencido a los dos imperios más feroces e inhumanos del siglo XX: las potencias nazi fascistas e imperiales del Eje en la Segunda Guerra Mundial, y las dictaduras comunistas del Telón de Acero, con sus criminales Stalin, Beria y Ceaucescu (http://www.moreorless.au.com/killers/ceausescu.html) como pavoroso recuerdo de la 'praxis' comunista.
Los buenos deseos de justicia universal, y la ingenuidad de creer en el discurso antinorteamericano de la izquierda, a veces lleva a empedrar caminos tortuosos.
La Argentina fue un gran país, hace de esto poco más de cien años, porque sus dirigentes (Sarmiento) supieron emular el 'espíritu de América' que prevalecía por todo el continente: El progreso, la industralización, la cultura y el desarrollo de amplias capas de la sociedad. Ya se sabe que todo es poco en América, como en tantas partes del mundo, para traer al siglo a vastas
regiones que permanecen olvidadas, como ajenas al ideario del derecho y la justicia de la Humanidad Moderna.
Pero lo cierto es que mal se ayuda al futuro si hoy día no se sopesan con serenidad y mente libre de comisarios ideológicos, a los problemas que lastran y escoran peligrosamente hacia el caos a la balanza del Mundo...
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Editor: © Claudio Serra Brun -Septiembre 2005. Puede reproducir los textos propios, sólo citar Poesur, el link y el Autor: www.poesur.com - poesur@gmail.com / http://poesur.blogspot.com/